La decoración optimista de los colores pastel

La decoración optimista de los colores pastel

Disfrutar de una decoración alegre no implica necesariamente colores vivos, enérgicos y fuertes o decoración festiva. Un ambiente optimista se consigue en muchas ocasiones con tonos pastel y colores dulces que, además de aportar ánimo, confieren un aspecto elegante y sofisticado a cada una de las estancias.

Las tonalidades en colores pastel están siempre de moda, especialmente en algunos estilos decorativos como el romántico o el shabby chic, pero últimamente mucho más. Las personas necesitan un aspecto suave y confortable en su hogar tras todo lo que se está viviendo con la pandemia, y estos colores son ideales para eso. Con las buenas temperaturas que llegan ahora, mucho más.

Por un lado, aportan luminosidad y por otro, un toque decorativo inconfundible sin agobiar o cansar, que es algo fundamental. Son tonos que, además, favorecen una imagen más amplia de las habitaciones, por lo que si tienes un dormitorio o un salón pequeño, ésta es siempre una buena opción de decoración. Frescura, calma, suavidad... ambientes para relajarse y disfrutar con optimismo.

¿Cómo decorar con tonos pastel?

La clave de la decoración con colores suaves y en tonalidades pastel está en saber combinarlos con la decoración de cada habitación. Si utilizas tonos pastel con el blanco en paredes o muebles, se potenciará la luminosidad en la estancia.

Para dar un toque más activo o rompedor, simplemente hay que colocar elementos del mismo color, pero en tono intenso haciendo un conjunto irresistible. Esto dará una visión espectacular a la habitación gracias a una misma gama de colores, pero con diferentes intensidades. Es la mejor manera de ofrecer un toque más llamativo para potenciar el punto focal en la parte de la habitación que más te interese destacar.

¿Dónde utilizar los tonos pastel?

Lo ideal a la hora de plantearte la decoración de un salón o una habitación en colores pastel es usarlos en los textiles, como cortinas, visillos, fundas de cojines o ropa de cama. Es una forma rápida y nada costosa de modificar la estancia sin hacer grandes inversiones ni obras, pero dando el aspecto elgante, alegre y animoso que buscas.

En ocasiones se opta por dar el color pastel a las paredes, pero es una elección que termina obligando a disponer de unos colores en los muebles y textiles muy determinados para cerrar la decoración de la habitación. Los tejidos en tonos pastel interfieren menos en el resultado global de la decoración, de ahí que se opte en mayor medida por ellos para modificar el tono de la estancia en lugar de cambiar el color de las paredes.

El dormitorio, por ejemplo, es el espacio perfecto para este tipo de decoración. Lo ideal es que el tono elegido predomine en la habitación, que sea un enfoque centrado en el color para potenciar el ambiente suave y alegre. También encajan bien los brillos, los patrones y los estampados geométricos que dan una señal de dinamismo a la habitación, dejando atrás el sentimiento plano en el que algunas estancias se quedan. Si quieres combinar varios tonos, elige los de una gama cromática cercana: fríos con fríos, cálidos con cálidos. Remata con muebles blancos, por ejemplo, y ya lo tendrías todo listo.

Cuando ya tenemos los textiles en los tonos pastel elegidos, vamos a dar un paso más, hacia los muebles. La mejor combinación en este tipo de decoración se inclina hacia formas redondeadas, suaves y curvas, lo que en los últimos años se ha dado en llamar 'estética soft'.